En otras entradas hemos hablado de lesiones deportivas, afecciones propias de la edad infantil como los controvertidos “dolores de crecimiento”, o en etapas vitales como el embarazo. En esta ocasión vamos a hablar de una de las razones por las que la población mayor suele acudir al fisioterapeuta: las secuelas de las caídas. La OMS (Organización mundial de la salud) define las caídas como acontecimientos involuntarios que hacen perder el equilibrio y dar con el cuerpo en tierra u otra superficie firme que lo detenga. Las lesiones relacionadas con las caídas pueden ser mortales, aunque la mayoría de ellas no lo son.
Cada año se producen 37,3 millones de caídas cuya gravedad requiere atención médica. Son, por tanto, un importante problema mundial de salud pública. Además, las lesiones relacionadas con las caídas tienen un costo económico considerable. Las estrategias preventivas deben hacer hincapié en la educación, la capacitación, la creación de entornos más seguros, la priorización de la investigación relacionada con las caídas y el establecimiento de políticas eficaces para reducir los riesgos. Los ancianos son quienes corren mayor riesgo de muerte o lesión grave por caídas, y el riesgo aumenta con la edad. Los factores de riesgo para las caídas se resumen en: Relacionados con la actividad laboral: la actividad laboral en las alturas y otras condiciones de trabajo peligrosas. Consumo de alcohol y drogas, y factores socioeconómicos tales como pobreza, hacinamiento en el hogar, monoparentalidad, y corta edad de la madre. Pero también son importantes factores de riesgo los trastornos médicos subyacentes, tales como trastornos neurológicos, cardíacos u otras afecciones discapacitantes; efectos colaterales de los medicamentos, inactividad física y pérdida de equilibrio, sobre todo en las personas mayores. Problemas cognitivos, visuales y de movilidad, especialmente entre quienes viven en instituciones tales como las residencias de ancianos o los centros de atención a pacientes crónicos. Falta de seguridad del entorno, especialmente en el caso de las personas con problemas de equilibrio o de visión. Ante estos datos la OMS plantea una serie de programas de prevención de las caídas en los ancianos que pueden incluir varios componentes para identificar y modificar los riesgos, tales como:
El personal sanitario es el capacitado para solventar tus dudas y ayudar a modificar los citados factores de riesgo. Si sufres alguna caída, la Fisioterapia puede ser muy útil en la resolución de las lesiones neuro musculo esqueléticas que se derivasen de éstas. Pero también tiene un papel importante en la prevención de las mismas o de su recidiva. El fisioterapeuta te ofrecerá asesoramiento y creará junto a ti un programa de ejercicio terapéutico que te ayude a estar más seguro y a disfrutar de una vida sana. No podemos evitar que las caídas ocurran, son parte del riesgo de” estar vivos y en movimiento” pero podemos conocer sus causas y prepararnos para que se queden en una mera anécdota.
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Enero 2024
Pablo Salazar. Fisioterapeuta. Colegiado nº 4269
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