Simplemente no soy de este mundo… Yo habito con frenesí la luna. No tengo miedo de morir; tengo miedo de esta tierra ajena, agresiva… No puedo pensar en cosas concretas; no me interesan. Yo no sé hablar como todos. Mis palabras son extrañas y vienen de lejos, de donde no es, de los encuentros con nadie… ¿Qué haré cuando me sumerja en mis fantásticos sueños y no pueda ascender? Por qué alguna vez va a tener que suceder. Me iré y no sabré volver. Es más, no sabré si quiera que hay un “saber volver”. No lo querré acaso. “Alejandra Pizarnik” Se definió como locura hasta final del S XIX a un determinado comportamiento que rechazaba las normas sociales establecidas. Una persona diagnosticada con Esquizofrenia puede tener alterados algunos aspectos psicológicos como el pensamiento, la percepción, las emociones o la voluntad. Alterado significa diferente, ni mejor, ni peor, DIFERENTE. Lo diferente parece que asusta, porque se sale de la norma, escapa a mi control, no lo entiendo, es raro. ¿Y no sería más fácil abrir la mente y entender? Entender que no todo el que hace daño a otra persona tiene una enfermedad mental grave, entender que detrás de un rostro solitario y una conducta extravagante, existe un corazón que late, igual que el mío, igual que el tuyo, entender que en la diversidad está la riqueza, apreciar la belleza que hay detrás del sufrimiento, belleza creadora…
Una persona con enfermedad mental grave, puede sufrir una crisis en un momento determinado de su vida al igual que una persona que está enferma de corazón puede sufrir un infarto. Un enfermo de corazón no está todo el tiempo infartado, al igual que una persona con enfermedad mental grave no tiene por qué estar siempre delirando. El desconocimiento sobre este tipo de enfermedades y los medios de comunicación nos crean miedo y una inseguridad que hace que estigmaticemos a las personas que padecen enfermedad mental grave. Para mí lo más grave, es que nos hagan creer que en este mundo solo caben unos pocos; los de mirada serena y tranquila, los que callan y obedecen, los que mantienen el hilo de una conversación, los de conducta estereotipada, los que trabajan, los que no caen… Si aceptamos eso como real, yo tampoco soy de este mundo… Este artículo va dedicado de una forma especial “Para todos los Guilles del mundo, para todos los mundos de Guille…”
1 Comentario
Cristina Rodríguez
21/1/2016 13:47:20
Magnífico artículo. Te felicito Cristina. Soy madre de una persona especial, especial como usted.
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Pablo Salazar. Fisioterapeuta. Colegiado nº 4269
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